Moquillo Canino

SALUD Y PROTECCIÓN

30 May, 2021

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El moquillo, también conocido como Distemper canino, es una de las enfermedades contagiosas más comunes y letales para los perros.

El moquillo tiene tres presentaciones de la enfermedad, ya que puede afectar al aparato digestivo, al aparato respiratorio y al sistema nervioso de nuestros perros. Sin prrsentarse en un orden específico.

Esta enfermedad es causada por un virus de la familia Paramixoviridae, similar al virus del Sarampión humano. Este virus también afecta a otros cánidos (perro salvaje australiano, coyote, chacal, zorro, lobo), los mustélidos (comadreja, zorrillo, hurón, tejón, armiño, nutria, marta) y los prociónidos (kinkajoú, coatí, panda rojo, mapache). Recientemente también se ha encontrado que afecta a algunos grandes felinos como leopardos y leones, pero no se transmite a los humanos.

El moquillo se transmite por vía aérea. El contagio puede ocurrir cuando un animal sano y suceptible, entra en contacto con partículas virales que están en el aire en forma de aerosol. Por supuesto, un animal enfermo tiene que estar presente, o haber estado, en la zona de contagio.

Cualquier perro corre riesgo de contraer moquillo. Sin embargo, los perros que corren mayor riesgo son los perros que no han sido vacunados contra la enfermedad, los cachorros de menos de cuatro meses y perros demasiado viejos, ya que en estos, su sistema inmune, no es tan eficiente. Los cachorros que todavía están lactando pueden estar protegidos por la inmunidad que les ofrece la leche materna (si es que la madre está vacunada), pero ésto no significa que se deban ignorar las precauciones.

Algunos de lo signos del moquillo pueden ser: secreción acuosa o con pus en los ojos, fiebre, secreción nasal, tos, letargo, falta de apetito, vómitos y diarrea. En algunos casos, se produce un engrosamiento de las almohadillas de las patas.

En caso de verse comprometido el sistema nervioso del perro, pueden producirse convulsiones, espasmos, tics o parálisis.

Aquéllos perros que sobreviven a la enfermedad, suelen presentar como secuela, trastornos de comportamiento causados por el daño ocasionado al sistema nervioso.

Puede ser difícil detectar el moquillo en sus primeras etapas, ya que los signos no siempre son muy evidentes. Podría ser que el perro parezca un poco cansado, y uno piense que es porque realizó alguna actividad física o porque hace mucho calor. En caso de duda, debes llevar a tu perro con el Médico Veterinario inmediatamente.

La única forma comprobada de prevenir el moquillo consiste en vacunar al cachorro contra la enfermedad. Esta vacuna, sin embargo, no es 100% efectiva, ya que, aunque en un porcentaje mínimo, algunos cachorros vacunados pueden enfermar ocasionalmente. Esto puede ocurrir cuando la inmunidad que ofrece la leche materna evita que la vacuna haga efecto y deja a los cachorros sin protección. Por eso, es muy importante que sea sólo el Médico Veterinario quien decida cuándo se debe aplicar la vacuna, qué tipo de vacuna se debe utilizar y cuantas dosis serán necesarias.

Mientras tu perro no esté vacunado y hasta que el Médico Veterinario no lo indicque, debes tener mucho cuidado de que tu perro no se exponga a ambientes nocivos. Esto puede resultar difícil, puesto que el virus del moquillo se transmite por el aire.

Por otro lado, no existe un tratamiento que permita eliminar al virus cuando la enfermedad se ha presentado. El único tratamiento que se puede dar actualmente a perros infectados de moquillo consiste en mitigar los signos, evitar la deshidratación y prevenir infecciones secundarias.

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