Desmitificando “problemas” de conducta maternal de la gata

SALUD Y PROTECCIÓN

1 Dic, 2020

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En México, los gatos ocupan el segundo lugar como animales de compañía, por lo que no cabe la menor duda de que el hecho de conocer el comportamiento materno normal de tu gatita puede contribuir positivamente a que disfrutes más y mejor de esta etapa en la vida de tu compañera felina. El comportamiento maternal se define como el conjunto de conductas que la hembra dirige hacia sus crías y que aumentan las probabilidades de supervivencia y el crecimiento de éstas. En los felinos domésticos, el comportamiento materno incluye, además del amamantamiento de las crías, las siguientes conductas:

1. Justo después del nacimiento, la hembra consume las membranas fetales y lame vigorosamente a la cría, estimulando así sus primeros movimientos respiratorios. Según parece, el estímulo que desencadena la conducta de lamer a la cría es la presencia de líquido amniótico en la superficie corporal. Después de  expulsar la placenta, la hembra la ingiere y corta el cordón umbilical.

2. Durante la fase inicial de la lactancia, la hembra es responsable de mantener el contacto con las crías; la hembra devuelve al nido a las crías que se han alejado transportándolas por la piel de la nuca; esta conducta alcanza su frecuencia más elevada una semana después del parto y se desencadena principalmente por los sonidos emitidos por las crías. A las cuatro o cinco semanas de edad, cuando los gatitos comienzan a alimentarse con comida sólida y abandonan el nido por periodos más largos de tiempo, la gata suele tener la urgencia de trasladar a la camada a otro sitio, para evitar de esta forma la presencia o la atención de posibles depredadores. Este comportamiento instintivo es habitual tanto en los felinos salvajes como en los domésticos.

3. Uno de los puntos que se desarrollará más adelante y con mejor detalle es el de la agresividad maternal, que igualmente se considera un componente del comportamiento maternal, aunque en la mayoría de las ocasiones no la comprendamos del todo.

Una conducta maternal adecuada es imprescindible para la supervivencia de las crías y, por consiguiente, los efectos que alteran esta conducta causan un aumento en la mortalidad neonatal. En algunos estudios acerca de la mortalidad neonatal en gatos, una conducta maternal inadecuada resultó ser la causa directa del 20% de las muertes durante los primeros días de vida, además de que la mayor parte de las gatas con esta conducta inadecuada eran primíparas (primerizas), esto es porque la experiencia previa de la hembra ejerce un papel importante en el control de la conducta materna, las gatas que han parido previamente muestran una conducta maternal eficaz e intensa.

No conocerás un solo autor que, habiendo observado un grupo de gatitos con sus madres, no describa entusiasmado las mutuas manifestaciones de cariño q ue se dedican los felinos y las adorables carantoñas con que los gatitos agobian a sus pacientes progenitoras, sin embargo también tenemos presente que podemos enfrentarnos a ciertas situaciones inesperadas con respecto al comportamiento de la nueva mamá; comportamientos como el cambio de lugares de la camada por parte de la gata, abandono de los gatitos o bien que la gata llegue a matarlos. No es extraño que los propietarios se estremezcan ante estos escenarios, sin embargo para poder llegar a comprender algunos de estos comportamientos habría que remontarse al origen del gato como animal cazador, salvaje y depredador, es decir, contextualizarlo dentro de su ambiente original. No debemos olvidar que el gato es un animal al que hemos llevado a nuestras casas y departamentos, adaptándolo a vivir dentro de cuatro paredes, pero aun así mantiene algunas de sus características de animal salvaje, por lo que varios de los comportamientos que se observan en la gata parten de una base biológica, por lo que se han sugerido explicaciones funcionales y evolutivas.

En esta línea evolutiva se explican los “problemas” de comportamientos que se mencionan  y desarrollan a continuación.

Evidentemente, el canibalismo sólo aparece cuando hay algo que no marcha bien, como sería que los pequeños hayan nacido con alguna malformación o porque la madre se encuentra en condiciones físicas precarias y es incapaz de alimentar a todos los gatitos. En el primer caso es muy probable que la gata mate al gatito enfermo ya que regidos por la ley de selección natural se deben eliminar a los individuos que no tienen las características necesarias para sobrevivir, pero sobretodo incapaces de reproducirse.

Por otra parte la condición corporal de la gata parece tener una importancia fundamental en el control de su conducta como madre; por lo tanto, una alimentación deficiente durante la gestación causa a menudo el abandono de las crías o el canibalismo. Sin embargo, existen otras explicaciones para el canibalismo de la gata, la reacción también puede deberse a tensiones o miedos repentinos.

Cuando abordamos el tema de miedo nos referimos a un estado emocional definido como un sentimiento de aprehensión o angustia ante un peligro específico o amenaza inminente, en este caso la gata ve como peligro la expulsión de sus crías. Involucra un proceso cognitivo, ya que requiere que el estímulo sea identificado y comparado con experiencias previas, o bien con la total ausencia de estos estímulos. Es una conducta normal, instintiva y completamente adaptativa, ya que le permite a la gata una mayor opción de supervivencia, ya sea alistándola para la confrontación al desencadenar una respuesta agresiva hacia sus crías o para la huida al escapar del peligro potencial, abandonando así a sus gatitos.

La primera alternativa es huir o evadir el peligro, en este caso la gata abandona a la camada, pero cuando esta alternativa no es viable y cuando la gata sigue teniendo contacto visual o auditivo del estímulo por el cual siente aversión (la camada), no le queda otro recurso que enfrentarse a él, es decir, matar a sus gatitos.

Finalmente, es interesante tener en cuenta que algunos aspectos de la conducta maternal dependen de estímulos auditivos procedentes de las crías, lo cual explica probablemente que las gatas con sordera uni o bilateral, en uno o dos oídos, muestren frecuentemente una conducta maternal inadecuada, así que es frecuente este tipo de complicaciones en gatas blancas de pelo largo y ojos azules, aunque no es una constante.

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